De casta nos viene a los hermanos "Rodríguez Dávila"
No he querido hasta ahora hablar ni comentar nada del libro de mi hermano Paco "De casta le ha de venir" y lo hago hoy aquí en su blog personal con la sana intención de que algunos paisanos nuestros se enteren quien es Francisco Rodríguez, Paco, el Arcabucero, el de los Podencos ...., cómo ustedes quieran llamarlo, para saber lo que piensa mi hermano del mundo de la caza, perros, letras, anécdotas, sus diferentes trabajos ... etc, etc, hay que leerlo. Y es que nuestra casta proviene de los Rodríguez Rey por parte de padre y de los Dávila Barquero por parte de madre, por si alguien no lo sabe, nuestra casta es noble, leal, luchadora, pacífica ..., por ambas ramas, así que les dejo la portada y contraportada de su libro y los prólogos que le hicieron dos amigos suyos. Si alguno de ustedes quiere adquirir el libro ponerse en contacto con él 696 876 162.
Saludos paisanos y paisanas, un abrazo y a cuidarse que los ríos vienen turbios, al menos por aquí en Andalucía.
Victoriano Rodríguez Dávila.
Paco Arcabucero es un persona entrañable, y buena, En cuanto inicias con él una conversación te das cuenta que es una persona sensible, con mucha empatía, afable y culta, cultísima si habla de campo, caza y perros.
Cuando uno dirige una revista de caza, como hacía yo con Trofeo, encontrar personas como Paco es lo mejor que puede pasarte porque aparte de dar con una buena persona que de verdad sabe de campo y caza y de conversación amena, tienes asegurado nuevos e interesantes artículos.
Con Paco me pasó eso. Durante toda mi vida, que ha girado en torno a la caza, siempre tuve las orejas enveladas como un podenco para encontrar personas que de verdad supieran de caza, pero cuando empecé a ejercer el periodismo cinegético esa búsqueda se intensificó, e incluso se hizo vital. La verdad es que no recuerdo cuándo conocí a Paco, posiblemente tras publicarle algún artículo, pero esa amistad fue a más, incluso fui a verlo con mi familia a su querido pueblo, Quintana de la Serena.
Paco es una rara avis en este mundo de la caza y los medios de comunicación especializados, donde escriben muchos cazadores de viejo y nuevo cuño, muchas veces especializados en una modalidad o en muchas, conocedor de una raza de perro, incluso criador, tal vez un mero contador de interesantes historias de caza, algunas vividas, incluso un pensador, un filósofo de la caza.
Paco reúne todas las características para ser un excelente colaborador en cualquier medio de comunicación cinegético: ha conocido y practicado muchas modalidades de caza desde que era un niño hasta ahora, y por sus oficios: pielero, recolector y vendedor de plantas aromáticas, etc, ha tenido la suerte de conocer a toda una serie de personajes -furtivos, cazadores de oficio, guardas, pastores, alimañeros...- con saberes e historias increíbles que Paco, como persona culta y curiosa, grababa en su memoria. Es decir, Paco, que ya de por sí es todo un personaje por sus conocimientos camperos, cinológicos y cinegéticos, ha tenido la suerte de conocer y convivir con los últimos y auténticos habitantes de nuestras dehesas y sierras, y eso le ha proporcionado unas vivencias e historias únicas. Siempre le animé a escribir un libro sobre su vida y las muchas historias que vivió y escuchó a tantos personajes tan extinguidos como sus oficios porque estoy seguro que no queda nadie como él y además sabe expresarse, sabe contar y escribir historias. Por fin se ha decidido con este título tan oportuno, “De casta le ha de venir”, que es otra forma de decir “De casta le viene al galgo”, ese famoso refrán castellano.
Es un libro sobre todo autobiográfico, pues cuenta su vida, sus primeros contactos con la caza y los perros, sus primeros pasos como curtidor y comerciante de pieles, profesión que tuvo que dejar por razones de salud, y cómo terminó criando perros. Entre estos sucesos hace incisos para contar algunas historias de caza: su primer conejo, sus primeras aventuras
cinegéticas, su pasión por el reclamo o dedica el relato a uno de sus primeros perros, el bretón Kissin o su podenca Calañas o sus mejores reclamos, como Varilla o Catrana. Y lo cuenta todo con muchos detalles y mucha pasión, transmitiendo, como si lo estuviera contando a sus amigos frente a una chimenea tras otra jornada cinegética.
Pero Paco tiene muchas más cosas que contar, y estoy seguro que lo hará en un segundo libro. Por ahora estoy seguro que disfrutarán con éste.
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El desarrollo de la comunicación y del conocimiento en sentido general crece a pasos agigantados años tras años y más si se logra emplear las tecnologías de la informática de forma sana. Ello ha posibilitado que procesos interpersonales ganen al igual en avances. Un año podría ser un período de tiempo corto, pero lo que experimento en la interrelación casi diaria con Francisco Rodríguez Dávila, más conocido en no solo tierras españolas como Paco “Arcabucero” o “Podenquero”, aseguro que no y es que conocer a este hombre de una valiosacultura, educación, enseñanza filosófica práctica y apego a lo más puro valor de lo autóctono de su tierra, hacen que ese lapso parezca una eternidad.
Paco es una de esas personas que se van haciendo imprescindibles, y su narrativa, te transportan a lecturas como las reseñadas por célebres escritores como Antonio Covarsí Vicentell, Horacio Quiroga o Gabriel García Márquez. Lo digo con toda propiedad y sin el más mínimo ápice de adulonería. Leer sus relatos tienen el poder de introducirte como arte de magia en un mundo fascinante donde el valor por la naturaleza, la vida humana y la actividad cinegética, lejos del mero hecho de entretenerte, se convierten en un magnifico catálogo de aprendizaje no solo para los amantes de las cacerías. Esto último me ha servido para adentrarme en el mundo apasionado de la caza y el adiestramiento de perro para ello.
Los escritos de Paco recogidos inicialmente en su blog personal, constituyen materiales de consultas del arte cinegético y de crianzas de perros. Muestra de ello es lo logrado con sus Podencos andaluces de talla chica que no solo se encuentran a partir de su perseverancia en la Península Ibérica. Sus Arcabuceros, llevan impregnados de su espíritu rebelde, apasionado y constante, eso hace que perdurarán, baste citar el relato de Bambino, el cachorrito de podenco robado, donde siendo ya un perro maduro, sigue recordando a su primer y único dueño. Paco deja quererse por ello, pero a la vez muestra con un lenguaje asequible para cualquier lector valores humanos que lo hacen
merecedor de respeto y admiración.
Creo fervientemente que este no será el primero o el último libro de Paco. Sé que tiene muchos relatos por dejar registrados en textos; sus historias ameritan que contemos con materiales de educación para las presentes y futuras generaciones no solo de cazadores.
Atentamente
Yoni A. Mariné Velázquez, Las Tunas, Cuba, Teniente Coronel retirado y abogado.